Ya no valdré nada
Al tío Lucas lo conozco desde que era pequeño. No es tío
carnal y ronda mi edad pero siempre le he llamado así. Bien, pues ayer el Tío
Lucas me hablaba con tristeza, me decía que este País anda mal y hay mucho
ladrón. Que él que lleva dos años en el
paro y no ha parado de buscar trabajo y que alguna faena que otra que le ha
salido se la han pagado mal y ha sido sin contrato porque “o lo tomaba o lo
dejaba”. Que se siente humillado a su edad por no poder llevar un sueldo a casa
e insultado porque encima el Gobierno
del tío Rajoy duda de su esfuerzo y decide reducir las prestaciones para “que
espabilemos en la búsqueda de empleo”.
Al tío Lucas le pone de los nervios el tema de la Amnistía
fiscal que no deja de ser para él un “los que más tienen menos pagan” y encima
se sabe que lo tienen fuera de la España a la que tanto dicen amar. Al tío
Lucas le duele ver a sus hijos con un futuro incierto por culpa de la mala
gestión del anterior Gobierno, de la anterior Oposición y de los Políticos que
en el fondo son una agencia de auto colocación para ellos y sus afines.
El tío Lucas no se ha recuperado aún de la úlcera de
estómago que un día le provocó la rabia ante las mentiras e incumplimiento de las promesas
electorales, de los salvajes recortes y del ensañamiento con los Funcionarios
cuya supuesta mala fama les facilitaba sus decisiones como si de castigadores
de los “vago” se trataran. Medida muy fácilmente popular.
Al tío Lucas le pone de los nervios el hecho de que el Rey
hable de que la Ley es igual para todos cuando queda claro que lo es menos para
los miembros de la Casa Real. Al tío Lucas le cuesta soportar que Banqueros y
“gente de no fiar”, como dice él, se salgan de “rositas” y encima pretendan
indemnizaciones escandalosas y hasta inmorales. Le producen ganas de llorar
enterarse que hay Políticos capaces de desviarse dinero destinado a gente
necesitada de éste u otros países.
La puntilla para el tío Lucas ha sido el penúltimo recorte,
el oír decir a Rajoy que “ se suprimirán
gran número de bonificaciones a la contratación”. El tío Lucas teme que quede sin
efecto que por tener más de 55 años y ser parado de larga duración, quien lo
contratase, -me decía-, se beneficiaba de una reducción de unos 100 € mensuales en la cotización a la
Seguridad social y unos tres o cuatro mil euros a fondo perdido para la Empresa. Era, para él,
lo mejor de su currículum en este momento. Pero puede no ser ya así, añadió
El tío Lucas me miró con los ojos empañados y me dijo, ¿ves?,
si eso llega ya no valdré nada.